Por Mike Medianoche
ET, Alf, Muzzy Big Muzzy… ¿Para cuándo un extraterrestre español y que además sea una creación original para así no tener que pagar derechos de explotación a ninguna compañía? Eso debieron pensar los señores creativos de producciones infantiles a finales de los ochenta, en la búsqueda de rellenar el hueco que en la parrilla televisiva había dejado Barrio Sésamo y Espinete, el erizo más popular hasta la llegada de cierta compañía de seguros. Y de ese brainstorming surgió Yupi, un ser anaranjado y peludo que, acompañado de Astraco, llegaban a la tierra en una nave espacial. Nacían Los Mundos de Yupi.
En este artículo no voy a hablar de las aventuras de Yupi, Astraco, Pi y Tágoras, el robot Pegoto ni de Tuco y Canica. Más que nada, para dejar el tema en la nevera, por si hay que echarle mano algún día en el que servidor o mi compañero JoniPod tengamos un día en sequía creativa. Así que hoy hablaremos de Lo que sabe Yupi.
No, no vamos a sentar a Yupi en el sillón de El Juego de tu vida ni yo soy Emma García, ni tengo sus encías. Vamos a hablar de algo tan SEC como es el merchandising, y en concreto, de una colección de libros didácticos en las que el rechoncho galáctico descubría los secretos del Planeta Tierra. La colección salió a la venta en los kioskos, y cada ejemplar iba acompañado de un jueguecito tipo cartas, un parchís o una caja de palitos tipo mikado, ya que el objetivo final de la colección era tener una pequeña enciclopedia a la par que unos juegos reunidos de Yupi. De hecho con el primer número te regalaban una gran caja para que metieses todos los juegos.
Los libros, editado por Planeta Agostini (¿será este el planeta original de Yupi?), se llamaban Lo que sabe Yupi de… Los colores, las aventuras, las formas, los contrarios… temas muy genéricos, en los que se contaba una aventurita, a la vez que te enseñaban a hacer manualidades y experimentos tipo El Hormiguero jugando con el frío, la densidad de los líquidos y cositas así. Cabe decir que las manualidades eran un auténtico poema, del tipo «crea tu propio papel de regalo», «construye un barco pirata» y otras cosas que obviamente ningún niño llegó a realizar en su casa. ¿O es que algún niño se haría un gorro de camuflaje tal que así?
Por no hablar de los pasatiempos, que hacía que los niños pintasen los libros, algo que los padres se han dedicado generación a generación a decir que era algo terminantemente prohibido. La dificultad era más bien baja, rozando lo absurdo. Y como muestra, aquí otro ejemplo.
La colección bien podría haberse llamado “Lo que Mochilo el Fruiti sabe de…” o “Lo que Lupo, el perro Trotamúsico sabe de…” si hubiese sido el merchandising de otro programa televisivo, ya que las historias no tenían absolutamente nada que ver con lo que salía en la pequeña pantalla. En estas aventuras paralelas Yupi tiene la compañía de dos seres humanos (de la sensibilidad) llamados Ana y Carlos con los que Yupi compartían hazañas, pasándose por el arco del triunfo todo lo que ocurría en la serie de televisión. Así, ni de lejos vemos a ninguno de los personajes originales, como el anciano Damián, el erudito Ernesto o la pequeña Lara. Además, llaman al personaje femenino Ana, para que nos recuerde al personaje que interpretaba Isabel Castro en el Barrio Sésamo de Espinete, pero nada más lejos que la Coruña de la realidad.
Dudamos que fuese un éxito de ventas la colección, más que nada porque acabó siendo liquidada en plan saldo en las tiendas de veinte duros a principio de los noventa, cuando los todo a cien no eran más que un negocio emergente y los que los llevaban eran esapañoles. Sí, chicos 1991, hubo una época en la que no todos los 20 duros eran chinos.
Poco más que añadir, querida lectora, salvo, por supuesto, la pregunta de rigor. ¿Alguno compró y acabó la colección?
Todavía estoy partido con los pies de foto, xD. Qué grande! Yo era muy fan de Yupi, pero no conocía la existencia de esta colección, cosa que me parece muy fuerte. Me encanta el título «Lo que Yupi sabe», es muy de thiller policíaco en el que el extraterrestre es testigo único de un crimen super turbio, o algo así. Voy a llamar a Antena 3, a ver si les vendo la idea…
Mi madre me compraba siempre (que ibamos a una tienda de veinte duros, el resto de libros eran de GALERIAS!) y tengo varios en casa. Ahora no recuerdo los temas de los libros. Tengo un monopoly yupi, que es muy básico, pero con dinero de yupibank y todo.
Buenísimos los pies de foto xDDDDDDD
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Oh, dios, un YupiPoli! Queremos foto, por favor!!
Una buena entrevista sería a Isabel Castro, ¿voz en los guiñoles del Plus según figura en Internet? Salío guapísima en el especial de programas infantiles navideños que presentó Mirima Díaz Aroca hace unas Navidades…
Yo tengo la BSO de Los Mundos de Yupi en vinilo, tremendas las cosas de tu infancia que puedes llegar a encontrar por casa. ¡Jajaja!
1.- Yo también uso esa caja
2.- Ojalá os roben otra vez fotos u artículos (como Kiko el que no va con Shara) y no se den cuenta de los pies, es que me daría algo XDDD
Pues yo si que tuve un par de libros de yupi, era súper fan de sus mundos aunque los libros eran muy low cost y resultaban un poco cutres. Además ni rastro de astraco oye… Por cierto yo sacaba de la biblio de mi pueblo de entonces otra colección de yupi que era mucho mas currada, a ver si encuentro algo y te lo paso. A no ser que sea producto de mi imaginación …
Me consterna la diferencia de tamaño en la última foto entre la mano de Yupi y el brazo del chaval al que está tocando !!!
¡Muy bueno el post! la verdad es que en España el merchandaising(o como se diga) infantil siempre ha sido bastante cutre(la verdad es que las mentes brillantes en este país parecen creer que los ñiños son imbeciles)