Por Mike Medianoche
Una gran cadena comercial –de la que no diremos el nombre, pues no nos pagan– vuelve a inundar la pequeña pantalla de publicidad que nos anuncia, una y otra vez, la vuelta al colegio. Y admite que a ti también te está dando la morriña, un poco, de aquella época, en la que cada septiembre estrenabas unos libros que olían “a nuevo”. Y acudías a la papelería a comprar todo ese material necesario para todo el año, desde la tijera de punta redonda al pegamento de barra Pritt, pasando por los lápices de colores Alpino y los rotuladores Carioca. Una época en la que las cosas del cole se compraban aún en papelerías y no en los Todo a 100 como ocurre actualmente.
Como sabemos que querrías por un nanosegundo volver a las aulas, te proponemos que hagas con nosotros un viaje astral audiovisual, porque somos así de tecnológicos, para tocarte la fibra sensible de forma barata y descarada, ayudándote a recordar tu niñez. Y así, volver a clase otro curso.
Y comenzamos con la clase de matemáticas. Don Enrique y Doña Ana comenzarán con algo sencillito, porque no queremos amargarte con dificultosos problemas. En esta primera clase, tus profes te van a enseñar la tabla del 1. Así que venga, repite con ellos.
Suena la sirena y cambiamos de asignaturas. Y creyéndonos un poco Elisenda Roca, sabemos que Cifras y Letras van una tras las otras, así que vamos a dar una clase de lengua. Hoy aprenderemos junto a Sor Saritísima las vocales, que son cinco, como las Spice: A, E, I, O, U.
Y ahora, para despejar las tensiones de las clases, quitémonos el chándal para hacer gimnasia. No lo digo yo, lo dice Don Enrique del Pozo en sus labores de maestro. Y dicho sea de paso, los niños lo ven super-lógico eso de desnudarse. Qué versátil es Don Enrique, que lo mismo te da mates que te pide que te quites el chándal para hacer gimnasia… Dejémonos de monsergas. Venga, chicos ¡todos a hacer el baile olímpico!
Nota del Autor: Dado su reciente fallecimiento, es de mal gusto hacer chistes en plan “qué Michael Jackson queda eso de pedirle a un niño que se quite el chándal”.
Y finalizamos las clases con un poco de historia. Para hacer más participativa la clase, dos de vuestros compañeros van a hacer una exposición de cómo se formó el universo. De una manera totalmente subjetiva, con tinte religioso y un poco absurdo, dicho sea de paso. Pero yo como buen profe me limito a seguir el programa que me pasan desde el Ministerio de Educación. Popitos, a la palestra.
Pues nada, chiquitines míos. Nos vemos mañana. Y recordad, hay que traer una manzana (de caramelo) al profesor a modo de peloteo.
jajaja, chulo sí señor, yo lo pasaba muy bien con la llegada la colegio, desde el quince de agosto ya estaba preguntando al portero que cuándo abría… empolloncete que era uno, como el repelente niño Vicente del Profesor Tragacanto 😛
Je, je, je. Me encanta vuestro blog. Es muy divertido además de interesante porque me habeis ayudado a poder hacer un viaje astral, jeje por no decir una regresión en el pasado.
«las vocales, que son cinco como las spice» jajajaja grandes grandes GRANDES!!! 😀